El tabú que todavía rodea a la mujer que envejece

    Las líneas de sonrisa son tratadas como si fueran el horror. ¿Cuándo fue que la alegría se volvió vergonzante?


    05/04/2023

    Desde que nacemos cargamos con las expectativas que la sociedad nos impone. Se supone que tenemos que hablar y caminar a cierta edad, aprender a leer y escribir a tal otra. Nuestros mundos parecen prediseñados y encajamos en ese laberinto de la manera que podemos.

    La juventud es una explosión de crecimiento y aprendizaje, y el momento donde se encienden nuestros sueños y ambiciones nos sentimos invencibles. Pero nadie le dice a esa joven despreocupada de 25 años, que en otros 25 se va a volver Invisible.

    En las culturas occidentales las mujeres de cierta edad dejan de ser reverenciadas. Son barridas por una especie de mano metafórica que las hace a un lado. No es que sean vistas como insignificantes si no que pareciera que, directamente, no son más vistas.

    Luego de que una mujer formó parte de los roles que la sociedad le marcó que podía ocupar, en general carrera y maternidad, deja de ser requerida.

    Justo en el momento de mayor evolución emocional y psicológica, la mujer es rechazada físicamente. Y lo que es más cínico es que si esa mujer hace intentos por ocultar ese paso del tiempo en su físico es ridiculizada por su esfuerzo.

    Recordemos el escrutinio público al que fueron sometidas Renée Zellweger y Uma Thurman por atreverse a ser más grandes que los personajes de sus amadas películas.

    Pero cuando quisieron mantener un pie dentro de lo que aparentemente conforma los ideales de la sociedad fueron rechazadas de la peor manera.

    ¿Por qué no podemos celebrar a las mujeres por su fuerza y longevidad? ¿Por qué no festejamos sus logros?

    Los medios a veces son más benévolos y de vez en cuando las mujeres mayores recibimos cierto aliento por nuestro comportamiento pero en general ocurre cuando envejecemos a lo Helen Mirren.

    La sociedad no acepta que nuestra experiencia de vida se cuente, también, a través de los surcos de nuestra frente y por eso los suavizan o borran de las fotos. Las líneas de sonrisa son tratadas como si fueran el horror. ¿Cuándo fue que la alegría se volvió vergonzante?

    El verdadero cambio llegará cuando tomamos decisiones conscientes para salir de los confines a los que nos dijeron que debíamos adherir. Es hora de salir del estigma que rodea a las mujeres mayores. Es hora de redefinir los estereotipos y dejar que cada individuo defina su propia belleza.

    Un paso adelante sería poder parar el flujo de negatividad con el que nos tratamos entre mujeres. Por momentos somos igual de culpables que los hombres menospreciando a nuestras pares.

    Los medios y los discursos sociales disfrutan de esto porque si estamos ocupadas atacando a otras mujeres no tenemos tiempo de concentrarnos de nuestro propio brillo.

    Saquemos de nuestro vocabulario frases como “más apropiado para su edad”. Están pasadas de moda. No se necesitan más.

    Apropiémonos de cada línea de nuestra vida. De cada uno de los años que vivimos que se presenta como una historia en nuestra cara. Estamos acá. Estamos vivas. Tenemos que conquistar otro día, otro capítulo.

    Admiremos la belleza de las mujeres mayores porque son las que verdaderamente están en su máximo esplendor.

    2017 SOS fantástic@