CÓMO SALIR DE LA POSTURA VÍCTIMA Y PASAR A TOMAR LAS RIENDAS DE TU VIDA


    18/07/2018

    Cuando hablas, ¿lo hacés  desde vos o hacés referencia a lo que te pasa o te hacen los demás? Detectar en nuestro modo de hablar cómo lo estamos haciendo puede ayudarnos a distinguir si usamos lenguaje de oveja (las cosas me pasan, la gente me dice) y de ser así es muy probable que sin darnos cuenta estemos en una posición de victimas que nos cierra posibilidades para efectuar los cambios que estamos necesitando.

    Nadie que esté en un rol de víctima puede actuar y moverse por la vida de manera efectiva, simplemente porque cree que nunca tiene el control de sí y siempre responsabiliza a otro, a otra, al clima, al trabajo, pero nunca cree tener el poder de elegir quien quiere ser en cada circunstancia.

    El lenguaje no es inocente, lo que decimos forma parte de lo que sentimos y de lo que pensamos. Si hablamos desde la queja y nunca en primera persona efectivamente es porque nuestra mente está llena de barreras que nos impiden ver que el problema no son los demás ni las cosas que pasan afuera sino nuestra propia interpretación de lo que está sucediendo.

    Distinguirlo puede ayudarnos a modificarlo y comenzar a tomar responsabilidad.

    El primer paso puede ser cambiar nuestro modo de hablar, referirnos a nosotros cuando hablamos de algo, desde como lo interpretamos y lo sentimos, ser autorreferenciales.

    Escuchar a una persona que habla de manera objetiva, haciéndose cardo de lo que piensa, siente y  argumentando por qué lo hace, automáticamente nos dispara el pensamiento de que se trata de una persona que está en coherencia con su ser y eso nos genera confianza. Muy probablemente también esa persona obtenga mejores resultados y pueda moverse con ligereza por la vida.

    Cómo dice Rafael Echeverría en su libro “Ontología del Lenguaje” “El lenguaje no es pasivo; es acción, éste genera permanentemente nuevas realidades. Nosotros, los seres humanos, vivimos en mundos lingüísticos y nuestra realidad es una realidad lingüística. Creamos el mundo con nuestras distinciones lingüísticas, con nuestras interpretaciones y relatos y con la capacidad que nos proporciona el lenguaje para coordinar acciones con otros” por lo que todo lo que decimos forma parte ni más ni menos de lo que somos y hacemos, aunque lo hagamos de forma prácticamente automática, comenzar a ser más conscientes de cómo lo hacemos puede facilitarnos mucho más de lo que creemos.

    2017 SOS fantástic@